Tener un buen vídeo corporativo de nuestra empresa, producto y/o servicio, no solo nos beneficia en la parte comercial, por el hecho de poder transmitir mejor nuestro mensaje y ser más vendible. El vídeo se ha convertido en una herramienta muy importante del marketing de contenidos de las empresas, ya que su forma de comunicar de forma clara y concisa un mensaje se complementa con que mejora el posicionamiento de su página web en los buscadores. Si a la hora de realizar un vídeo no se tiene en cuenta la importancia del SEO, se corre el riesgo de no llegar al público esperado y de la forma prevista. No es suficiente tener un vídeo profesional y cuidado, sino que tenemos que dedicar tiempo y esfuerzo a posicionar nuestro mensaje, tanto en Google como en Youtube, para que todo el trabajo previo de producción tenga sus resultados. Y es que las dos plataformas están relacionadas, porque si logramos un buen posicionamiento en Youtube también mejoramos el SEO de nuestra web corporativa. Por lo que ¿cómo mejoramos el posicionamiento de la web gracias al vídeo? Debemos hacer un buen vídeo con un buen trabajo de SEO. Trabajar para mejorar el posicionamiento en Youtube repercute positivamente en Google, de esta forma se mejora considerablemente nuestro posicionamiento en buscadores. Además, el vídeo nos ayuda a mejorar nuestra imagen (si es profesional, si no podría causar el efecto contrario) e indirectamente, a incementar las ventas. Por lo tanto, es imprescindible optimizar nuestras publicaciones para ponérselo muy fácil a Youtube a la hora de posicionar y etiquetar nuestro vídeo. > Es imprescindible realizar un vídeo profesional, de buena calidad y no demasiado largo. Todo ello anima a los clientes/usuarios a verlo, y puede que incluso a compartirlo. > Realizar un estudio previo determinando las palabras claves de la actividad de la empresa y del tema del vídeo, utilizándolas en el título y descripción del mismo. > Renombrar el archivo del vídeo con términos sencillos y fácilmente identificables con lo que se va a ver y/o la empresa. > Tener especial cuidado con el título. Es la tarjeta de presentación del mismo y hará que su búsqueda sea más sencilla. > Las etiquetas y descripción en Youtube. Son dos apartados muy importantes y complementarios del título. Una vez elegido el título, debemos tener muy clara la descripción del vídeo con palabras sencillas e identificables; palabras que podrían ser las utilizadas posteriormente como etiquetas. Las etiquetas son como las categorías, palabras claves por las que identificarlo. > Viraliza el vídeo en tus redes sociales. Cuantas más veces compartas tu vídeo adecuadamente en cada plataforma, más reproducciones registrará y mejor será su posicionamiento. El contenido audiovisual es uno de los que mejor funciona en las redes sociales. > Impulsa y responde a los comentarios. La interacción es muy valorada por los buscadores, como se suele decir ‘da puntos’. > Cuida el canal y el perfil. Debemos tener una tarjeta de presentación que cause buena impresión. Cuida tu avatar, mima tus textos y rellena todos los campos para que el usuario te conozca más. > ‘El contenido es el Rey’. Como sucede con los textos, el contenido audiovisual sigue siendo lo más valorado para mejorar el SEO. Es importante cuidar la imagen, apostando por una alta calidad de grabación y producción. > Ser constante. Debemos ser regulares a la hora de publicar los mensajes audiovisuales. Podemos crear un calendario de publicaciones para que no haya largos períodos de inactividad. A todo ello, hay que sumarle que si tenemos un vídeo con un guión original puede resultar incluso más útil y atractivo, creando una imagen de marca mucho más marcada; lo que se conoce como hacer branding. Además, el hecho de poseer vídeos sobre tu empresa, marca, productos o servicios transmite al público mayor credibilidad y transparencia. El teléfono Galaxy S4 es el estandarte actual de la marca surcoreana Samsung, un dispositivo para el que la firma ha desembolsado una fuerte suma económica con tal de promocionarlo a nivel mundial. Sin embargo las operadoras telefónicas también hacen sus propios esfuerzos por vender el equipo y he aquí uno de los más destacados. La compañía Swisscom regalaba un Samsung Galaxy S4 a la persona que fuera capaz de mirar el celular durante una hora sin quitarle la vista ni un sólo momento. La acción promocionaba la función Smart Pause mediante la cual el teléfono detecta cuando alguien los está mirando. Pasar una hora mirando un sólo objeto ya suena complicado, sin embargo la marca agregó varios elementos de distracción con el objetivo de distraer a los participantes de su ardua tarea. Al final un joven tuvo la resistencia de soportar 60 minutos de pie frente al mupi que contenía el teléfono y se ganó el dispositivo y la ovación de una multitud. Engagement, compromiso,… es algo que si te dedicas a las redes sociales, oyes todos los días. Y seguro que has leído más de un post sobre el tema. Pero creo que aun así no muchas empresas tienen claro qué es, y para qué sirve realmente. Parece la palabra para todo. Pero, ¿realmente sabemos por qué lo buscamos tanto? (no sólo en redes sociales) ¿sabemos qué es? Desde que las redes sociales forman parte de la estrategia de marketing online de las empresas, el engagement ha sido uno de los objetivos principales. ¿por qué? Porque son ‘sitios’ donde las personas nos relacionamos, donde tienen lugar infinitas conversaciones (algunas sobre marcas y productos), y por lo tanto tiene sentido que las marcas las usen para contar su historia y tratar de relacionarse con su audiencia. El problema es que el engagement se ha malinterpretado por parte de las empresas y se ha terminado entendiendo como un conjunto de clics y no como parte de una estrategia, como una relación con la audiencia que forma parte de un proceso de toma de decisión de compra, sobre el que queremos influir. El engagement mal entendido nos lleva al fracaso En lugar de verlo de forma global, las empresas se han dedicado a engordar los números que representan al engagement en las redes sociales (likes, shares, etc.), sin importarles si estos realmente aportaban a la estrategia de la empresa (uno de los errores estratégicos más comunes en redes sociales). Cuando ponemos en marcha una estrategia, sea en el canal online que sea, lo hacemos para cumplir un objetivo, para solucionar una carencia en la estrategia global de la empresa. Lo mismo debe suceder en el caso de las redes sociales. Debemos valorar si las redes sociales son la mejor solución para ese problema, y en caso contrario, buscar otras opciones (este es uno de los principales problemas de las empresas, plantean objetivos para sus estrategias en redes sociales, para los que estas no son tan efectivas). Para realizar esta valoración de la forma correcta, podemos usar este gráfico del purchase funnel que combina el estudio de la toma de decisión de compra, con la combinación de medios más efectivos para cada etapa del proceso. Esto nos ayudará a ver si las redes sociales son la respuesta a los problemas de la empresa. ¿Qué es el engagement en redes sociales? Después de esta larga introducción, ¿cuál sería la definición de engagement en social media? Definición de engagement:“Es la capacidad que tienen las empresas de generar una relación con su audiencia, que cree un compromiso con la marca que termine llevando al usuario a la compra de un producto” Dos puntualizaciones sobre la definición:
Las redes sociales son el puente entre el awareness y la conversión final
Las empresas necesitan generar este engagement incial (en la etapa de consideration), para una primera compra, pero deben mantenerlo, para que estas compras se repitan (en la fase de advocacy). ¿Cuál es la manera correcta de generar engagement en redes sociales? ¿de qué se compone el engagement?O dicho de otra manera ¿cómo generamos un engagement que aporte resultados positivos a la estrategia de la empresa? Una empresa que consiga generar relaciones estrechas con sus fans obtendrá los altos números de los que hablaba al principio, la diferencia con el engagement mal entendido, es que estos clics se transformarán objetivos conseguidos para la empresa, y los otros se quedan en nada. Más allá de la fórmula, ¿por qué se crea esa relación con la marca? ¿qué hace que adquiramos el compromiso de compra? (y posteriormente la fidelidad). Me gusta mucho el enfoque que da Jamie Anderson, con las cuatro ‘e’: excelencia, empatía, exclusividad y ecommerce. Os dejo el post donde lo explico, para no extenderme demasiado en este: Las cuatro ‘e’ del engagement en Internet. |
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Diciembre 2017
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